Homenaje a Litania Prado. Museo de Bellas
Artes Casa Arias Rengel Florida 20
En el año 1966, el poeta
Ernesto Cardenal se instala en una isla del
Gran Lago de Nicaragua. Lo visita un amigo pintor y juntos promueven un
taller con la gente del lugar, invitándolos a producir pinturas con la
solvencia de sus inclinaciones estéticas naturales que aplicaban en artesanías
y objetos de uso. Los proveyó
de telas, óleos, pinceles y algunas
indicaciones; pintaron sus primeros cuadros que además vendieron. Esto dio
lugar al movimiento de Pintores Primitivistas de la isla de Solentiname.
En el museo
de Bellas Artes, Casa de Arias Rengel, en una pequeña sala de paso obligado, se
exponen unas obras de la etnia wichi del chaco salteño: “Homenaje a Litania Prado”.
En esta
muestra toman forma, apretados y coloridos acrílicos donde la creación muestra
que el mundo es redondo como decía Van Gogh. En algunas piezas participan
varias personas. Los pintores transmiten el sentido de la creación, bajo la
mirada de la propia cultura. Obras en las que uno puede detenerse a contemplar
un costado alegre de la comunidad, en ellas circulan los habitantes naturales,
como paisajes, quehaceres de la gente, pájaros del monte y el río Pilcomayo ribeteado
de tucanes. Lejos de las leyes de la lógica del mercado del arte.
Litania
Prado fue la que trajo este recurso a su comunidad. Tras sufrir una larga
enfermedad invalidante le ofrecieron
unas clases de pintura que se convirtieron en el sentido de su vida, ahora que
ya no está, otras personas la acompañan en este homenaje como sus seguidores, ellos son Sara Díaz, Emilia Ferreyra, Laura Prado, Ilhintes
Reynaldo Prado.
En estas
pinturas el relato gira en torno a la naturaleza del hogar y a la confluencia
comunitaria, plasmando mundos efímeros y eternos a la vez. Tal vez este
lenguaje abre la oportunidad, para el pueblo originario wichi, de dejar ver a través
de la obra el resultado de la trasmisión interpersonal, la voluntad y el afecto intentando reparar de algún modo el
intenso conflicto que produce, en
nuestra Argentina de hoy, la integración/ diversidad. Invita a preguntarse qué
camino hubieran seguido estas culturas. Podemos decir que no conocemos su “casa
de la palabra” y ver como sus recursos fueron limitándose al no renunciar a su
propia lengua y permanecer en una acción de resistencia validando su cultura.
Es una actitud valiosa la del Museo de Bellas
Artes cuando pone en relieve voces, casi inaudibles, fuera del espacio de la
tragedia.
El lenguaje conceptual transita por un desnudo y primitivo objeto
ortopédico, la silla, pintado con empeño
y delicadeza.
Cuando nos preguntamos dónde está el arte, percibimos que es una leve sustancia cargada de erotismo, que se plasma en objetos o en propuestas de pensamiento. En el encuentro, se develan mundos a inaugurar, según la sensibilidad del que confronta con lo que llamamos una obra de arte.
Cuando nos preguntamos dónde está el arte, percibimos que es una leve sustancia cargada de erotismo, que se plasma en objetos o en propuestas de pensamiento. En el encuentro, se develan mundos a inaugurar, según la sensibilidad del que confronta con lo que llamamos una obra de arte.
Rosa
Machado
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