viernes, 20 de enero de 2017

La dramaturgia de Meliza Ortiz







  Sobre Piletín y otras obras


 


 En el 1er ENCUENTRO REGIONAL: LA MUJER EN LA ESCENA TEATRAL DEL NOA organizado por el grupo: EL COLECTIVO TEATRO en la ciudad de Jujuy en el mes de noviembre del año 2016,  Iván Santos Vega y Fabiola Vilte  me propusieron participoar presentando dos libros, uno de ellos es “Piletín y otras obras”
Con gran gusto me aproximé a la obra de la escritora  Meliza Ortíz, poeta  y dramaturga, premiada  recientemente en la Provincia de Jujuy.  Meliza  en este libro de dramaturgia, despliega un discurso desopilante que atrapa  al lector. Su lenguaje  puede sostenerse en una y mil escenas del  imaginario colectivo porque  dialoga  permanentemente   tejiendo su palabra en una intertextualidad conectada con la infinita Biblioteca de Babel que conforman las nuevas tecnologías. Borges  fue un visionario. Como dramaturga  aborda sus temáticas  con relatos siempre a punto de cruzar la línea entre lo real y lo simbólico. Decir que  podemos hablar de “ciencia ficción” en estos tiempos es absurdo. El consumo virtual se realiza  puntualmente día a día  permitiendo la certeza de ser parte de una realidad cotidiana común a los  que habitan la cultura informática plagada de símbolos. Las “citas” del cibermundo son metáforas  utilizadas como herramientas de composición,  incluyendo  escenas de películas, personajes que podemos corroborar de manera inmediata,  stalkeándolas o googleándolas , y  si  somos habitantes de la “cultura de nuestro tiempo" tal cosa no haría falta  porque lo que se emite en las pantallas son alegorías o mitologías, casi, populares. 
Como dramaturga  Meliza es profusa y generosa al sugerir  material escénico, marca música, color, detalles, detalles, enriqueciendo el texto dramático que no está precisamente destinado a un lector. Las didascalias, una guía para armar la escena, palabra proveniente del griego, que al nombrarla en un ambiente de teatristas levanta un grueso rumor de contradicciones.
La estructura temática de las piezas  se asoma al comic, que acentúa más las situaciones  que el conflicto en sí. Además, será que escribe con cierto cinismo, burla y desafío? Recursos de la escritura que son interesantes. ¿Escribe obras infantiles o para adultos? Eso dependerá del abordaje del director.
En la obra COMPLEMENTO-AGENTE produce una  meta realidad  en la que  unos guardianes de la lengua, personajes de la oración gramatical, vigilan  desde un mundo paralelo tratando de sostener la sintaxis instituida entre la voz que es y la que debe ser, mientras el personaje NUCLEO DEL SUJETO, a punto de ser suprimido reclama por su leve y banal  existencia, porque la niña que hace los deberes y escribe las oraciones en cualquier momento puede levantarse y marcharse, o tal vez sólo esté soñando, al final, detrás de la niña, aparece el personaje de la película “Masacre en Texas”, Leaterface, un terrorífico grandulón con motosierra, que sorprende  adoptando el personaje NÚCLEO DEL SUJETO, redondea el sentido de la acción de estos agentes del guion.Yo, imagino una maestra arrugando la hoja del alumno, o el automatismo de la educación, pero el cuestionamiento finalmente está simbolizado a través de este personaje mítico de la película.
En otra de las obras, “Los ladrones”da acción a la obsesiva  y amoral adicción al vestuario, de la que se hace eco la voz de la conciencia que interroga en inglés sobre el delito del personaje: el robo de camperas. Camperas  que son descriptas  con abundancia de detalles, colores y géneros. Otra vez el estilo del comic marca la pieza teatral de Meliza.  Musicaliza la escena sugiriendo el uso de  un ringtone, es decir  un tono de celular, de “Cantando bajo la lluvia” como guiño de un tiempo estancado en un falso  presente, mientras la gravedad del robo es nada más que una adicción  que revalida  con otro tema, este es un jazz, de los años 50´, creando la sensación  de que la afección al vestuario, al ropero, es un lastre de la mitad del siglo pasado. 
La poética teatral  de Meliza  utiliza la mediación de otras artes, la música, la danza, las artes plásticas, el cine, pero estas  incursiones no solamente apoyan  o complementan la acción sino que son signos que constituyen el  universo que ella convierte en espectáculo. Vivimos  rodeados de IMÁGENES, es un tiempo mediático, las pantallas forman parte de nuestras vidas y el artista comprometido, como hacedor de nuevos mundos,  incorpora estos  signos  que irá entretejiendo  hasta conseguir  brindar   su producto textual en el teatro. Y  no será ajeno al espectador, ni tampoco  representará la vida tal como es, el resultado es un entramado simbólico ficcional reconocible, que nos resuena en múltiples direcciones, películas, música, personajes archiconocidos.
Meliza Ortiz crea sus obras desde  las exigencias de este nuevo lugar de la representación teatral. También nos acerca a estados propios de la infancia, donde el profundo desorden hilvana un orden que reconstruye sensaciones reconocibles,  absurdas, pero aferradas a la  realidad a través de historias de la pantalla, aportando una forma de resistencia  que confirma  la libertad de todo lo que se puede hacer con la escritura, la resistencia del arte.  Rosa Machado