sábado, 16 de julio de 2016

La materia abstracta en la poesía de Lucía Carmona



Lucía Carmona:"FLORES SOBRE LA HERIDA" Editorial PalaBrava- Santa Fe-2016
                                               

 Elevada poesía la de Lucía Carmona. Se escucha sobre la importancia de su voz hispanohablante, y lo creo. Me acerco  como al claro del bosque. Encontrando el exquisito refinamiento de sus abstracciones, el fundamento simbólico de su palabra que surge  como naturalmente surge  el nombre de las cosas, “flores sobre la herida”. Su pueblo, Chilecito, La Rioja, es el rizoma donde florece y crece de manera multidireccional su obra. El sentido  al cual se acercan los poemas nos remiten con certeza a un espacio redondo y cincelado. No se demoran. No  desvía el ojo oblicuo hacia ninguna bifurcación, se dirige como la flecha al lugar que desea iluminar. Construye mapas  circulares con diversas direcciones, conexiones instantáneas, fugaces o con el peso de la infinitud  en las metáforas.

 “Pinta su aldea” pero también acerca la periferia al centro. Cada imagen de pensamiento crea un recipiente  con  líneas  que se tejen en varias direcciones: el erotismo,  lo angélico, el trasegar humano, la raíz animal y vegetal, el destello, el vínculo.

 Una imagen que insiste y persiste  es la lluvia. Forma un bucle entre el territorio  y el ansia/la sed. La lluvia “cae tan lentamente que aún arde la sequía”, llanto del hombre y de los dioses, alivio, espera y también eje constituyente de enunciación, aparece  para saciar la  vivencia  del poeta.  Surcos que entran y salen, nunca fijos: la lluvia y la sequía son moléculas de “Flores sobre la herida”. El símbolo que construye brinda la experiencia del  misterioso mundo a traducir, el poeta  que dice “si a todo”, es testigo y traduce la realidad que ve, traza  las correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles que va nombrando  con la lengua a la que corresponde. Lengua divina dotada de la magia del Génesis. La  ciencia de la lengua del hombre que nombra  las cosas, las nombra  aquí y ahora desde la misma entidad lingüística. Traduce “la lengua de las cosas” como dice  Walter Benjamin, mediante el inmenso deseo de hacer contacto con el Otro, ese otro trans galáctico que también somos los hablantes.

En el poema “Bodas” se percibe el ritual donde “el agua reencarnada” y “un minuto eternamente antiguo” son la unión del padre y de la madre cuando celebran el acontecimiento. Velocidades e intensidades se cruzan con la severidad, la tragedia o la epifanía.

Esta poética es una construcción de materia/abstracta (valga el oxímoron)  que abraza “ese vacío anterior al sudario” que es la vida misma, para lograr un vislumbre del ser; “amor mío” le llama. Pide una contraseña. La presencia desnuda que desea ser nombrada nuevamente y comunicarse: realización de la lengua, la última finalidad de la lengua. ¿Cómo decirlo a la par del discurrir natural del ritmo de Lucía Carmona  que puede acceder a los andamios más celestes  con dulzura, sencillez e intensidad? ¿Cómo? Sin caer en absurdas tautologías.  

En el bosque de la producción literaria, al entrar en la obra de Lucía Carmona, se toca la dimensión  del  claro del bosque  que regala la ofrenda imprevisible, ilimitada, como dice María Zambrano. Es ahí  donde la resonancia hace posible reconocer  que la poesía habla  verdaderamente  del ser y es ahí donde comprendemos la necesidad de la palabra poética en la vida que fundida en el todo nos habla  de las cosas.
Lucía Carmona, una de las más preciadas voces latinoamericanas por ser clara y límpida,(como diría el poeta Leopoldo Díaz Vélez)ocasiona el sentimiento de reverencia  que el arte provoca en determinadas ocasiones.      

  Pero, leamos este poema para experimentarlo:

EL CORAZON DE LA TIERRA 
  Crecimos en el pueblo/nutrido/ por una antigua alquimia/ de incendio y resurrección. //Allí todas las tardes/ un pájaro lejano/ nos permitía escuchar/ el corazón de la tierra/ y éramos inocentes./Tangenciales al fuego/pequeños y ateridos.// Desde ese mundo/hasta estos últimos caseríos/han pasado los años/tanto y tanto/ que casi/ no nos reconocemos.



SIN MUERTE

Y más allá de todo lo previsto
cuando alucinación
es igual a reposo,
más allá de la tierra de cardones
donde esquinas
semejan tornasoles.

Más lejos que el hecho de cantar
por no morir,
                                                     ahí estás,
                                                     despierto.
 


TIEMPO

Ha llegado la hora de mostrarnos desnudas
por la casa.
Si alguien puede contemplarnos son los muertos,
nadie más:
los personajes de liturgias extrañas
más perfume
que uñas y que vida.
Caminamos desnudas,
los sexos liberados por ángeles de tiempo
y en los pechos
una leve ceniza
mixtura
de regiones con frutos a la siesta.
Nos hicieron mujeres y como tales somos
una mitad de símbolo
y una mitad de arena.
Desnudas sin más leyes
que una naturaleza podadora de sangres.
Aquí miramos los retratos que penden de los clavos
como se miran las propias manos
y se escuchan los propios gritos
con esa contínua herencia en objetos y horas
y sin embargo
respiramos la certeza de una piel
que no se vive
pero que se presiente.

de “Por el corazón de la tierra”
 
 “MISERERE”

Porque exploramos juntos los bosques
recuerdo
que la primera figura entre las sombras
fue tu mano
ordenando las tristes esculturas silvestres

Porque las poblaciones
repitieron los ecos
de tu voz,
donde la hierba toda
sustentaba el incendio de las tardes vencidas,
y niños y rebaños
acortaron los soles
del cansancio insaciable.

Por eso te proclamo,
porque el que ha conocido
la sangre y la vendimia
tiene la ingenuidad de los muertos secretos.
CITA

Ya no hay quien nos separe,
el infinito corazón
se ha celebrado.

Desde el fuego
y a través del poniente
hasta tu pecho,
hasta tu boca,
hasta tu sombra
para enfrentar de nuevo
la jauría del número eterno.

El núcleo de tu risa
se pierde en las montañas,
la paz de mis rodillas
se postra en sus laderas
y le doy vuelta al cielo,
cuelgo de las raíces
como si el universo
se incendiara.
                                                                                                        Poesía de Lucía Carmona





viernes, 15 de julio de 2016

Poemas Virales de Carlos Varas Moras




Los Caballos Negros de Carlos Varas Moras

             


Procedente del movimiento cultural de fin de siglo del barrio Ciudad del Milagro que, próximo  a la Universidad, alberga una juventud intelectualmente inquieta, Carlos Varas Moras  presentó su primer libro    “Poemas Virales” , está como editor y presentador Alejandro Morandini, siempre cerca del movimiento, casi como impulsor y “curador”, ahora con el emprendimiento editorial naciente “El Druida”.  Carlos  ya viene incursionando en las ediciones cartoneras del barrio y tiene gran presencia  en lo que genera la actividad de difusión  y producción  cultural que promueven. Ediciones caseras, recitales, tendederos y además cantautores, los eternos sostenes de la poesía en todos los tiempos. En la presentación del poemario escuchamos a Valen Taina y Víctor Conti.
                         
Y los jóvenes poetas se las traen con la palabra. Carlos cuenta con fuerza, estilo y desparpajo. Pero también  una afinidad con la estética  grunge  de los años 90, grupos como Soundgarden, Nirvana, en el cine Tarantino. El grunge proponía un estilo anti comercial y contraculturalSmells like teen Spirit” (hueles a espíritu adolescente) era la frase de una canción que marcaba la época. De la música pasó al cine y se coló en la literatura, recuerdo que leímos la novela “Generación X”, de Douglas Copland. Aún persiste entre algunos de los nuevos escritores salteños la tendencia de este estilo, propio de la cultura indie, con la característica del nombre del disco de Nirvana: Nevermind, que me importa. Cargados de una profunda fatiga y desinterés, pero ansiosos de una restauración total de la sociedad, lo cuestionan todo y abren un campo en sus propios espacios literarios en el que la belleza se levanta un poco esgrimida saca una mano y dice aquí estoy.

Carlos Varas fue depurando su expresión sin ninguna urgencia de ser publicado. Una prudencia  que le da ser un excelente lector. El ejercicio de su poesía siempre está en movimiento hacia la claridad, la enunciación, la esperanza. Aún le aguarda un largo camino. 
Al hablar o escribir uno expresa cosas interesantes de manera prosaica, pero la poesía lo intenta desde otro lugar, el de una armonía trans lingüística, que resuene en los confines del ser. Esa resonancia confirma la veracidad expresiva y tañe cuerdas muy sutiles en el lector. Por eso los poetas son exigentes y rigurosos, leen, releen y revisan para que no repique el tono prosaico donde se devana la existencia perentoria.

Mientras leía “Poemas Virales” recordé a Aldo Pellegrini, en su libro “Para contribuir a la confusión general”: la poesía  es impura, arrastra lo vital del hombre, le pertenece al inocente porque es el que tiene el poder de abrir la puerta, los imbéciles no acceden a la poesía, por más fuerza que hagan la puerta sólo cede ante los INOCENTES,  los embriagados, los soñadores, los jardineros, esos que afirman la rotunda realidad humana.

Poemas virales ¿Por qué? Como dice Williams Bourrougs, “el lenguaje es un virus del espacio exterior”, transhumano, hiperdimensional, extraterreno. Invade  el habla de la gente, replica sus características informativas infectando a otros, contagiándolos hasta el infinito con sus discursos. A veces mata, porque la palabra mata y los troyanos, un virus informático, le dan la razón.

 Carlos fue infectado por el virus de la palabra poética y de la acción poética, como lo demuestra cuando premia con zapallos a sus lectores y cuando elabora largos recreos de frases, lo hacía Jacques Prévert, cargando imágenes insólitas, a veces aportadas por el  lenguaje cotidiano,  reconstruyendo formas, empecinadamente, hasta quitarles el sentido y redondear la ironía a riesgo de matar la lírica. Tal vez apunta a devolvernos la confianza en el poder del humor mientras el poema “se escurre por el resumidero junto a los pelos en la ducha”. El estilo collage que utiliza en sus construcciones a veces rima y se deja  llevar  por los caballos negros enardecidos en los que se monta su poesía joven, exploradora, prometedora “Donde podrías ver corazones / mariposas, manos o palomas”
 Celebro “Poemas Virales” con la alegría que se celebran las nuevas voces que aparecen y nos llenan con la gracia de su mirada oblicua y su decir abrazador. 

 



Caballos negros
Caballos negros salen de mi cabeza
El galope de sus cascos
Ha quedado derramado en la orilla
de mi cara,
Su trote alocado ha formado una barba
tupida,
Que algunos tratan de estúpida, inútiles caballos negros
Que trotan sobre el océano
Voltean sus crine sobre el borde
del brazo,
Llegan a la mesa como moscas al dulce,
Se los ve, rondan, pasan de costado,
Embisten el filo de la mesa,
Se golpean solos, son imbéciles,
Caóticos, tristes y oscuros.
Definitivamente negros,
Castaños negros que suben al cielo,
Vuelven al árbol ciego
De donde brotaron, juntos, cerca
En racimos que caen por los hombros,
Por ellos y sólo por ellos…
Ademáz como una puerta cuya llave
la tiene la palabra,
La palabra además que trae un dejo
de cosas,
Un soplo de vida, el lastre rastrero
del recuerdo,
Que los caballos negros evitan
En un inmenso y múltiple salto
por las tranqueras,
Arcoiris violeta, no estás,
Arcoiris rojo, no estás,
Arcoiris amarillo, no estás,
El resto de los arcoiris ausentes
Menos un largo y arqueado puente gris,
Negro musgoso, un acople obseno de caballos
Sobre el fondo de la hoja, cruzando
Tristania, ágiles
Y suaves hacia la libertad.

de Carlos Varas Moras del libro Poemas Virales-2016


domingo, 3 de julio de 2016

"Aklla Sumaq - La Elegida Por Su Belleza” Teatro



 La elegida para el sacrificio.



“Aklla Sumaq- La Elegida Por Su Belleza” es una obra de teatro producida por el grupo “La Otra Vuelta” dirigida por Diego López. La temática adoptada y la manera en que fue puesta es lo que hace interesante esta obra. Cuenta con una invalorable e innegable contribución a la tarea de echar luz sobre el  delicado y dolorosos asunto  del FEMICIDIO. La discusión que promueve, la convierte en una obra con las características necesarias para lograr un espacio de reflexión acerca de las conductas comunes de hombres y mujeres en torno a las relaciones tóxicas naturalizadas que terminan en actos violentos, actualmente llamados “femicidio”. El femicidio es viejo  como el mundo, pero ha llegado la hora de intentar ponerle un final, como con tantos otros terribles errores humanos, que hemos logrado visibilizar y cambiar, promoviendo un giro profundo en la sociedad  que se sostiene  principalmente en la toma de conciencia y en la reeducación.
Esta obra cuenta con ciertas escenas  que logran un lenguaje conmovedor para el espectador al hacerlos sentir identificados, tanto hombres como mujeres. “El proceso cultural consiste en una doma progresiva de lo animal en el hombre; es un proceso de domesticación, que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza animal” dice Carl Jung en su libro El Inconsciente.
En una de las primeras escenas; en esta cercanía que doy en llamar “teatro en la cara” donde el proscenio  esta diluido entre los espectadores que rodean a los actores en la sala ante la ausencia del tradicional escenario; entablaron un diálogo con una devolución del tan mentado piropo argentino, ya que una de las etimologías de la palabra “piropo” es  fuego en la cara, proviene del término griego pyropos, esta acción de “piropear” produjo un  inmediato reconocimiento entre los presentes. Así también en la próxima escena, entre todas las mujeres visten y educan a un niño/joven prodigándole toda clase de frases típicas en la educación familiar, que también sorprendió al público al descubrirse parte del uso de ciertas palabras naturalizadas al ser escuchadas infinidad de veces. El director pudo reconocer algunos axiomas, diluidos entre coloquios y gestos corporales de intensa veracidad, lo que da a la obra un valor inestimable. Se incluyen dos poemas de mi autoría, Rosa Machado,  se los recita completos, son "La compra" y "La que sonríe a los muchachos". 
Como en el teatro japonés las actrices hacen el papel tanto de hombres como de mujeres, el cambio de roles en los actores se marca a través del cambio de vestuario, que se va transformando para representar los múltiples personajes, en el vestuario trabajó Fabiana Funes. Prontamente se las ve encarnando un gaucho domador, haciendo de princesas de Disney o entonando canciones del acervo popular, acciones que devuelven un significado a la trama suministrándole una fuerte cuota de realismo al transitar de la obra.
La poética simbolista de “Aklla Sumaq La Elegida Por Su Belleza”, título que hace alusión al sacrificio de sangre de los antiguos pueblos de América, entabla un parlamento claro y sencillo con el espectador dándole la posibilidad de elaborar arcaicas condiciones del lenguaje que jamás podrían ser cambiadas a través de las leyes sino solamente a través de la renovación de la actitud del individuo.





 "AKLLA SUMAQ, LA ELEGIDA POR SU BELLEZA" 
Obra Teatral del grupo independiente: “LA OTRA VUELTA, ARTES ESCENICAS”
Director:
Diego López
Textos de Rosa Machado
Actrices:
Mariana Enríquez
Marité Cervera
Maria Eva Ferreira
Telma Jerez
Rosalía Rodríguez Yonson
Vestuario:
Fabiana Funes
Diseño y operación de luces:
Rubén Cuevas y Darío Pulita.
Gráfica: Miriam Camisar.
Registro audiovisual: Rodrigo Sanabria
FUNCIONES: 08 - 09 - 15 - 16 - 22 - 23 y 29 de Julio
"Asociación Argentina de Actores - Salta"     Alvarado 147 (a mitad de pasillo 1º piso)
Entrada General: $100 Estudiantes y Jubilados: 2x1  


Participa!La encuesta está disponible en www.contalaviolenciamachista.com